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La columna de Pelotazo: Árbitros, última vez

Seguir gastando saliva y líneas en los jueces ya no tiene sentido.

La columna de Pelotazo: Árbitros, última vez
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Por Jorge Gómez, @Pelotazo

Tercera fecha del torneo nacional y comenzamos con las polémicas. ¿O seguimos con ellas? Porque esto parece que es eterno. No sabemos cuándo comenzó y no sabemos cuándo va a terminar.

Corrección. Sabemos que nunca terminará.

Salvo que quienes conformen el cuerpo arbitral estén mejor ubicados, estén con los ojos más abiertos, tengan más criterio o apliquen mejor el reglamento, o que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) adelante la inversión para aplicar el VAR o invierta en los jueces.

El gol de Edson Puch a Audax Italiano no fue válido porque lo anotó en fuera de juego. Como Universidad Católica ganó 2-0 el tanto pesó menos que en otras ocasiones, como cuando un equipo gana o no pierde merced a un cobro equivocado o a la ausencia del mismo.

No es culpa de Puch. ¿O querían que no se tirara la tijera porque estaba inhabilitado? Él tenía que estar preocupado de ubicarse bien para recibir el pase.

No es culpa de César Pinares. ¿O querían que no lanzara el centro porque su compañero no estaba habilitado? Él tenía que preocuparse de desmarcarse para poder dar el pase correctamente.

No es culpa de los hinchas. Ni de audinos, ni de cruzados. Ni de los que pagaron por una entrada en La Florida, ni de los que lo vieron por televisión, lo escucharon por radio o lo siguieron por internet.

No es culpa de los dirigentes. Ni de un lado, ni de otro.

No es culpa de los catorce clubes que no jugaron este partido.

No es culpa de los medios de comunicación.

Sabemos de quién es la culpa.

Y como todos tenemos derecho a equivocarnos y el trabajo de los árbitros está más expuesto que el del resto, creo que ya, al menos para mí, no tiene sentido seguir hablando de los errores.

Quedan veintisiete fechas del torneo y cada falla será más recordada dependiendo de lo poco que vaya quedando para el fin del mismo. Entonces, mejor olvidarse de esto y tomarlo como que un perro entró a la cancha. Sería ideal que no pasara, pero pasa.

Lo que sí no hay que olvidar, para quienes quieran seguir criticando a los árbitros, son dos cosas.

Primero: basta de agregar intencionalidad a los errores. Es decir, que el juez se equivoca a propósito para perjudicar a un equipo. Porque a Audax no le robaron, Eduardo Gamboa se equivocó como podría pasarle a cualquier árbitro y ante cualquier equipo. Entendiendo que aparte de lo de Puch, expulsó a dos jugadores y debieron ser tres. Faltó Osvaldo Bosso por la patada al mismo ex Pachuca.

Segundo: decir que los jueces "sólo favorecen a los grandes". Recordemos a San Luis ante Iquique el año pasado en el norte. Le cobraron un penal en contra por una mano de Daniel Vicencio que fue fuera del área. Los errores afectan a todos, es hora de entenderlo.

Algunos usan como bandera de lucha aquella caricatura del siglo pasado de los árbitros dando la vuelta olímpica con Colo Colo o aquella idea que Universidad de Chile fue bicampeón en los '90 gracias a los árbitros y no a su buen rendimiento. Si tienen pruebas, hagan un favor a todos y denuncien. Quién sabe, capaz terminemos como en Italia con títulos quitados a la Juventus. Por lo pronto, basta de culpar a otros por los propios fracasos.

Y si quieren ser exagerados, entren a la cancha pensando, no en que enfrentan a doce jugadores, sino que a dos equipos. Tienes que vencer al otro equipo y a las fallas de los árbitros. Capaz que te anulen un gol y ante ello tendrás que anotar otro más. Terrible. Injusto. Pero una forma más real de ver lo que pasa.

Es simple. Tal como uno no es capaz de hacer un buen cometido en un partido, fallando chances de gol, perdiendo marcas, atajando lo mínimo; los jueces también pueden tener una mala tarde. La pueden tener todos los días, todas las fechas, es cierto, pero puede pasar.

Por ende, me olvido de los árbitros. Y pido disculpas si acaso exijo mucho. Eso de estar mejor ubicados, tener los ojos más abiertos, tener más criterio o aplicar mejor el reglamento.

Cuando profesionalicen la actividad capaz mejoren las cosas. Hay que entender de una vez que quienes imparten justicia en los partidos no se dedican a esto 100%. Y mientras eso pase, más riesgos corremos todos.