La Columna de Rodrigo Goldberg: Cuestión de ambición
Revisa la opinión del comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa.
Casi un mes duró la moderación de Marco Antonio Figueroa. Quien habitualmente nos regala frases para el bronce estaba en un proceso de hibernación verbal, hasta que se despachó una educada ironía respecto a Francisco Bozán, director técnico de la Universidad de Concepción, al cual enfrentará este fin de semana.
"Como su técnico dijo que no quería ser campeón, vamos a ganar nosotros" señaló el ex delantero. En estricto rigor lo que dijo el técnico del Campanil no es precisamente que no quiera ser campeón, mas bien que no están en la pelea por el título. Una diferencia casi semántica.
Tengo el más profundo respeto por Francisco Bozán. Además de ser un caballero, es un tipo estudioso (sicólogo de profesión) y se ha hecho camino en una industria que mira en menos a quienes no jugaron fútbol. "Quizás qué marcianos salen de aquí" fue lo que dijo en la intimidad el actual presidente de la ANFP, Arturo Salah, el día que se inuguró el INAF.
Aún así y contra todos los pronósticos el joven técnico ha demostrado capacidad, versatilidad y poder hacer mucho con poco. El lugar que ocupa su equipo no es casualidad, obedece a un trabajo táctico impecable y a jugadores altamente comprometidos con el equipo.
Por esta misma razón es que no puedo estar de acuerdo con sus declaraciones.
Decir que no está en la disputa del título cuando ha secundado al líder gran parte del torneo no solo es irreal, es además excesivamente temeroso.
Entiendo perfectamente que a principio de año los objetivos del Campanil debieron ser mucho más modestos, como obtener un cupo a Copa Sudamericana. Pero el campeonato nacional no es la Copa Libertadores donde las lucas mandan y mucho. En Chile sí es posible torear a los grandes con menos presupuesto, mucho orden y sobretodo ambición. Que lo digan Unión Española, Huachipato y Cobresal.
Señalar que no pelean el título sino el partido a partido suena hasta mediocre para un plantel capacitado para ser campeón del fútbol chileno.
Si yo fuera su dirigido me sentiría menospreciado y sobretodo incapacitado desde el discurso. Les puedo asegurar que jugadores como Alejandro Camargo, Hugo Droguett o Fernando Manríquez tienen grandes sueños de ser campeón. Ni hablar de Cristián Muñoz que sabe lo que es levantar una copa.
Puedo entender que quiera quitarles presión fijando el objetivo en el próximo rival y no en el premio gordo, pero el futbolista de alto rendimiento debe estar sometido a la alta exigencia. Jugar bajo presión es una cuestión de costumbre. Se convive con ella día a día, en cada entrenamiento cuando hay dos jugadores más que quieren tu puesto. Suena inconducente y contradictorio preparar a un futbolista para ganar todos los partidos pero no para ser campeón.
Francisco Bozán debe ser de los técnicos con mayor proyección en el futbol chileno. Pero si no añade la ambición y altos objetivos terminará siendo sólo eso, un gran proyecto. Con su propio esfuerzo y trabajo se consolidó en la escena chilena, pues bien que asuma, y que le tire el mantel a los grandes de una vez. Si no es hoy, ¿cuándo?
Volviendo al Fantasma Figueroa. Es bueno que alguien de vez en cuando te revuelva el gallinero y reflote temas como este. En esta, estoy con él.
