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La columna de Manfred Schwager: La revolución es de a tres

El periodista de Al Aire Libre en Cooperativa analizó el poder de Houston Rockets para anotar triples.

Foto: @HoustonRockets La columna de Manfred Schwager: La revolución es de a tres

Resulta difícil encontrar a los culpables de la última revolución en la NBA, en que los diseños ofensivos se han cargado hacia los lanzamientos de tres puntos, valorizando extremadamente una faceta del juego que cuando se introdujo en esta liga, hace 40 años, fue catalogada como innecesaria.

Sería muy fácil señalar a Stephen Curry, que parece no esforzarse para anotar desde muy lejos cada vez que se lo propone. Tanto así, que con apenas 10 temporadas en la liga ya está quinto en el listado histórico de tripleros, registro en que seguramente llegará a liderar dentro de un par de años.

También se podría culpar a Ray Allen, campeón con Boston y Miami que registró 2.973 triples en su carrera. O a Reggie Miller, otro insigne francotirador que fue el referente de Indiana por 18 años.

Pero probablemente el gran responsable sea Mike D'Antoni. El actual entrenador de Houston fue uno de los iniciadores de la revolución ofensiva en la liga, cuando instruyó a Phoenix de mediados de los 2000 el buscar transiciones rápidas y lanzar lo antes posible.

A sus Suns de esos años se les apodó "siete segundos o menos", resumiendo así la filosofía impuesta por D'Antoni y liderada en cancha por Steve Nash: recuperar el balón, correr a la zona rival, y buscar la mejor forma de anotar mientras se pilla a contrapié a los oponentes.

Aunque no lograron ser campeones, la propuesta tomó vuelo en una liga siempre atenta a copiar lo que otros hacen. En particular, aquí podemos encontrar las bases de la priorización de los triples y también del "básquetbol sin posiciones", en que importa más el ensamble de los cinco jugadores en cancha que el respeto a las denominaciones tradicionales.

Es lo que el propio D'Antoni ha intentado desde que asumió la banca de Houston en 2016. Con un gran anotador como James Harden y un excelente pasador en Chris Paul, los Rockets basan el juego ofensivo en su capacidad de anotar más que el rival.

Así es como Houston ha promediado más de cuarenta intentos de tres puntos por partido en las últimas dos temporadas, sacando casi siete lanzamientos de diferencia sobre su más cercano perseguidor. Así es como los Rockets lograron establecer un nuevo récord de triples convertidos en un partido.

Y es que las métricas, también responsables de esta transformación, han demostrado que el valor de estos intentos supera con mucho los tres puntos que entregan cuando se anota. Luego de las clavadas y las bandejas al lado del aro, los triples se han convertido en los lanzamientos más efectivos que puede realizar cualquier equipo, y por ende lo más valorado en esta época de la NBA.

El movimiento constante del balón, otro de los íconos contemporáneos en la liga, ha permitido justamente que se priorice esta faceta del juego. Obligar al rival a salir de su zona y a cubrir mayor espacio en defensa entregó una nueva herramienta para forzar errores, situación en que los triples son una carta ideal para sumar puntos fáciles.