Corría el minuto 34 del partido que Tottenham le ganó a Bournemouth por la fecha 30 de la liga inglesa cuando Harry Kane debió abandonar el terreno de juego por un fuerte golpe en uno de sus tobillos tras chocar con el arquero rival, lo que preocupa a la selección de Inglaterra.

Aunque en primera instancia se habló de un esguince, los medios británicos presumen que puede ser una lesión más grave debido a que el futbolista debió abandonar el estadio con un bota protectora en su pie derecho y muletas. 

Esta situación encendió las alarmas en Inglaterra, pues faltan cerca de tres meses para que arranque el Mundial de Rusia 2018, por lo que una lesión complicada lo puede hacer perderse la importante cita. 

Debido a las lesiones que ya padeció Kane en el 2016, en Londres se habla de un daño en el ligamento por lo que se puede tratar de un tema de cuidado que tiene a los hinchas ingleses preocupados.

Ahora falta que Tottenham entregue una información oficial respecto al delantero.