El delantero de la selección peruana y de Flamengo, Paolo Guerrero, no lo pasa bien por estos días en Brasil, luego de ser sancionado por un año con la suspensión de su licencia de conducir, debido a negarse a un control de alcoholemia que se le iba a desarrollar en las calles de Río de Janeiro.

Según consignó el medio de aquel país O'Globo, el ariete además se encontraba con sus documentos vencidos, por lo que se confirmó que no podrá manejar en todo el territorio brasileño en los próximos doce meses.

Además de su mal momento personal, Guerrero también se encuentra con la incertidumbre de si podrá jugar o no el Campeonato Brasileño con su club, debido a su sanción de 15 meses impuesta por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), por dopaje, la cuál busca hacer.

El jugador finaliza su contrato el 10 de agosto y en caso de no continuar en el cuadro Mengao, Tigres de México aparece en su horizonte.