El brasileño Neymar expresó su indignación luego del empate 1-1 que firmó Paris Saint-Germain en su visita a Napoli, al Estadio San Paolo, por lo que consideró un deficiente arbitraje del holandés Bjorn Kuipers.

"No hay queja de los errores que se pueden cometer. El árbitro es un ser humano y puede cometerlos, aunque sea tan claro como fue el penal", recordó el delantero del cuadro galo, sobre una jugada puntual en la que los italianos llegaron al empate.

"La forma en que trató a los jugadores fue una falta de respeto. Por eso perdí el control y tuve un entredicho con él. El tiene que respetar a todos los jugadores", agregó el futbolista, que recibió muchas infracciones sobre el final del encuentro.

"No por tener un silbato o una tarjeta está por encima de todo el mundo. Yo lo condeno por la forma en que me trató. Espero que la gente por encima de él pueda tomar parte", finalizó.