Arturo Vidal fue titular este sábado para FC Barcelona y una vez más respondió a la confianza de su entrenador Ernesto Valverde. El chileno tuvo un sólido desplante frente a Espanyol en el derbi catalán y aportó en una goleada por 4-0 en donde la mayor figura fue el argentino Lionel Messi, quien dio una cátedra de tiros libres que le valieron un doblete.

El chileno tuvo buen quite, anticipo y claridad para intervenir en los contados avances de la zaga blanquiazul, que siempre tuvo argumentos débiles para encarar a los azulgrana (de rosado estar jornada). En la estadística, Vidal brilló con 101 pases correctos, lo que se traduce en un 94 porciento de presición.

El partido se desarrolló bajo la dirección de Barcelona, que antes de irse al descanso, ya dominaba a los "pericos" con un contundente 3-0.

En la reanudación, los de Espanyol no pudieron sobreponerse. De hecho, de los 24 mil espectadores esta jornada en el RCDE Stadium, fueron pocos los que acabaron alentando a su escuadra hasta el final.

El dueño de casa, con un planteamiento ligeramente más defensivo que en anteriores compromisos, salió bien plantado atrás. En los primeros compases, Barcelona no se acercó con claridad suficiente al área de Diego López, mientras que el anfitrión dispuso de alguna contra muy tímida de Borja Iglesias.

La maquinaria ofensiva del Barça ganó confianza tras la apertura de la cuenta en los 17', con un perfecto tiro libre de Messi que se coló por el ángulo superior izquierdo del arco local.

En el minuto 26, los de Valverde abrieron brecha con un latigazo cruzado de Dembélé. El francés definió con gran precisión una vistosa jugada de Messi a la contra, que lo hizo todo bien, pero prefirió pasar el balón a su compañero.

Pese a tener chances previas y desaprovecharlas, Luis suárez subsanó su errores justo antes del descanso. El ariete llegó hasta la línea de fondo y pasó la pelota por debajo de las piernas Diego López para decretar la goleada de forma anticipada.

Espanyol se fue a los vestuarios hundido, pero se levantó en la reanudación. Sin embargo, Messi se encargó de frenar esta actitud de cuajo con un nuevo lanzamiento de pelota parada en los 65' que dejó sin chances al meta "perico".