Una fuerte noticia sacudió a la NBA en las vísperas a un nuevo Draft dado que de acuerdo a lo informado por el periodista especializado Vincent Goodwill la relación entre Chris Paul y James Harden, las dos máximas figuras de Houston Rockets, es "insalvable" y el base habría solicitado el traspaso a otro equipo.

Desde la temporada 2012-13, cuando llegó vía traspaso desde Oklahoma City Thunder, Harden se convirtió en amo y señor del elenco texano, transformándose en una de las estrellas de la liga.

La llegada de Chris Paul para acompañar a Harden pareció ser una solución para las aspiraciones de campeonar del cuadro de Houston e incluso durante la semana, el gerente general del equipo, Daryl Morey, adelantó que irán por una tercera estrella para aspirar a quedarse con un esquivo título.

"Son dos competidores de alto nivel cuyo único objetivo en este momento de su vida es ganar un título. Yo estoy frustrado, nuestros jugadores principales están frustrados, Mike D'Antoni está frustrado. Buscaremos a una tercera estrella, queremos dar el paso hacia convertirnos en un equipo campeón", sostuvo.

Sin embargo, a las pocas horas, una bomba explotó: la tensión entre ambos llegó a un punto límite. "Tienen que elegir: es él o yo", fue el ultimátum que lanzó Paul.

Ambos estuvieron sin hablarse durante dos meses en la pasada temporada. El ex Clippers intentó comunicarse con su compañero en los últimos días, pero Harden nunca le devolvió las llamadas.

"No hay respeto por el otro desde ninguna de las dos partes. Necesitan separarse. Chris no respeta la posición de James en la liga y James no respeta el trabajo que ha realizado Chris hasta el momento", confesó una fuente cercana al mencionado medio.