Lionel Messi, capitán de la selección de Argentina, se ausentó de la premiación por el tercer lugar que logró su equipo, tras batir a Chile, en señal de protesta por su expulsión durante el partido y la actuación de los árbitros.

Una vez finalizado el compromiso, en el Arena Corinthians se instaló un podio para entregar las medallas de bronce a la albiceleste, pero el delantero no acudió a recibir la presea. Según los medios trasandinos, fue porque estaba "caliente" por la roja directa que le mostró el árbitro paraguayo Mario Díaz de Vivar.

Messi vio la roja directa en el primer tiempo tras tener un altercado con Gary Medel, algo que la prensa argentina rotuló de injusto, acusando a Medel de la situación.

Cabe recordar que Messi criticó con dureza a la Conmebol y la organización de la Copa América por los cobros polémicos del VAR y el arbitraje que "perjudicó" a Argentina en la pasada semifinal contra Brasil.