El máximo accionista de Azul Azul, Carlos Heller, puso en duda la idea de vender su parte en la concesionaria que administra al club de fútbol Universidad de Chile, debido a ciertos temores sobre el origen de los dineros que quieren comprarla.

De acuerdo a lo que informamos Al Aire Libre en Cooperativa, el empresario incluso está dispuesto a afrontar una multa bajo la Ley de Mercados y Valores, que recibirá en el caso de no desprenderse del paquete accionario con plazo máximo este viernes 25 de octubre.

Según nuestros datos, Heller desconoce los reales interesados en llevarse el 63 por ciento de la sociedad anónima, pues él y su círculo más cercano presumen que los inversionistas "no son tan extranjeros" e incluso temen que esté involucrado el representante de futbolistas Fernando Felicevich en la operación.