Coquimbo Unido descendió este domingo a la Primera B, luego de conseguir un esforzado empate contra Palestino por 2-2, pero condenado al último lugar del Campeonato Nacional por la victoria de Deportes Iquique frente a Santiago Wanderers, en paralelo.

El encuentro fue muy emocionante desde los futbolístico y comenzó de la mejor manera para los "aurinegros", que se pusieron en ventaja en los 15 minutos con un tanto de Lautaro Palacios, resultado que con el empate parcial de los "dragones celestes", los salvaba del descenso directo y los dejaba en la promoción.

El partido siguió muy favorable para los visitantes, que se perdieron gran cantidad de goles, mediante Joe Abrigo, Rubén Farfán y Cristián Zavala, los cuales hasta ese momento no le pasaban la cuenta, ya que los "árabes" no se encontraban en la cancha.

Pero, los "piratas" iban a sufrir en el final del primer tiempo y con polémica, ya que en los 42' el árbitro Eduardo Gamboa desestimó la segunda amarilla y expulsión de Jonathan Benítez en los locales, por un pelotazo a Cristián Zavala, y un minuto después el mismo futbolista igualó el compromiso ante una floja reacción del portero Matías Cano (45'), generando muchos reclamos desde la banca forastera y con razón, porque se trató de una agresión con el balón del delantero, pese a que Zavala exgaeró.

En el complemento, los coquimbanos se desdibujaron en la cancha, más con el triunfo parcial de Iquique a la misma hora, lo que provocó que fueran desesperadamente a buscar el segundo, el cual recibieron en contra en los 80', con un tanto de Leandro Benegas.

En el epílogo y con su descenso consumado, ya que los iquiqueños ya habían vencido a Wanderers, la escuadra de Juan José Ribera mostró un gran pundonor y consiguió el empate gracias a John Salas (90+5'), mismo jugador que segundos antes había tenido un disparo al travesaño.

Con esto se termina un periplo de dos temporadas de Coquimbo en Primera, siendo frenética la última, ya que en un logro histórico para el club, llegó a semifinales de la Copa Sudamericana, pero tras eso tuvo una desgastante seguidilla de partidos, que terminó por condenarlos.

Juan José Ribera reconoció tras el compromiso que su continuidad no está asegurada, aunque el portero y capitán Matías Cano, al menos, se mostró dispuesto a seguir para buscar un pronto regreso.