En una carta de cinco carillas, Michael Clark, presidente de Azul Azul, concesionaria que rige los destinos de Universidad de Chile, respondió el emplazamiento realizado por el rector de la Casa de Estudios, Ennio Vivaldi, quien pidió a los nuevos dueños a terminar con el secretismo en torno a la propiedad de la sociedad anónima.

De acuerdo a lo publicado en El Mercurio, en la misiva, el dirigente le expresó que la información sobre los nuevos dueños le fue entregada a los académicos "el 16 de abril en una reunión vía Zoom".

"Coincidimos plenamente con usted en que la situación actual del club se ha generado producto de diversos errores que se cometieron en la gestión de este en los últimos años", se lee en el texto, aludiendo a la administración de Carlos Heller.

En la carta, Clark explica que el nuevo dueño de Azul Azul es el fondo de inversión privado Tactical Sports (90 por ciento Sartor y 10 por ciento Inversiones Antumalal, del mismo Clark), y que los socios de Sartor son Oscar Ebel, Pedro Pablo Larraín, Alfredo Hraz, Carlos Larraín, Rodrigo Bustamante, Miguel León y sus familias, así como Inversiones Atlas, la cual se encuentra atomizada y ningún accionista tiene más de un 10 por ciento, siento todos ciudadanos estadunidenses.

En la carta se explica que "no hay representantes, agentes o intermediarios de jugadores, ni dueños o partícipes en otros clubes de fútbol".

Tras eso, Clark apunta sus dardos a la anterior administración: "Se ha instalado una campaña de desprestigio, mentiras y descalificaciones orquestada por las mismas personas que resultan ser los verdaderos responsables de la actual crisis del club, los que han instalado una posverdad consistente en que la información sobre la propiedad del club no está y no ha estado disponible, y atribuyéndole participación en la propiedad y en la toma de decisiones del club a terceros totalmente ajenos".