Un futbolista juvenil del club argentino Barracas Central se debate entre la vida y la muerte luego de recibir un balazo en la cabeza por parte de un policía, según informó el medio trasandino Olé.

Lucas González, de 17 años, recibió un impacto de bala cuando un grupo de policías vestidos de civiles disparó hacia un vehículo en que se trasladaban cuatro personas.

El jugador fue trasladado a un hospital en estado grave.

Según declararon algunas fuentes policiales, fue una persecución a raíz de que los jóvenes se negaron a ser identificados y el auto fue detenido solo a través de los disparos.

La familia del afectado declaró por otro lado que "Lucas salió de entrenar de Barracas con amigos del barrio, de Florencio Varela, que iban a probarse porque en el club estaban buscando jugadores para su categoría. Cuando salieron, pararon a comprar un jugo en un kiosco, y en ese trayecto para volver a sus casas aparentemente frenó un auto con cuatro policías (que no sabían que eran policías porque estaban de civil). Ellos pensaron que los iban a asaltar, por eso aceleraron y ahí le dispararon a mi hijo".

De acuerdo a la madre de Lucas, "el daño fue irreversible. Los médicos ya no pueden hacer más nada, está en manos de Dios, lo único que lo puede salvar es un milagro".