Javier Altamirano sigue recuperándose de un desvanecimiento por una trombosis que sufrió el pasado 17 de marzo en un duelo de Estudiantes ante Boca Juniors en la Copa de la Liga de Argentina, situación que tiene en veremos la continuidad de su carrera.

En diálogo con El Mercurio, el neurólogo Christian González señaló que "habitualmente una trombosis venosa cerebral, si es que no hay una causa que la provocó, requiere entre tres y seis meses de anticoagulante y eso lo inhabilitaría de la competencia. Lamentablemente, la gran complicación del anticoagulante es el hecho de poder sangrar".

"Hay pacientes que tienen condiciones de tipo genética como causa. Y muchos de esos pacientes quedan anticoagulados por largos períodos, o de por vida", añadió el profesional del Instituto Neurológico de Santiago.

Por su parte, el cirujano vascular y endovascular de la Clínica Universidad de Los Andes y el Hospital Dipreca, Manuel Espíndola, señaló que "un joven como él (tiene 24 años) lo más probable es que tenga trombofilia. Con trombofilia, el tratamiento con coagulantes es de por vida y no puede nunca más jugar fútbol ni un deporte de alta competencia".

Finalmente, Jorge Villacura, neurólogo de la Clínica Dávila, manifestó que "el estudio de trombofilia es clave. Si no se encuentra la causa, se trata con anticoagulantes durante tres a seis meses, incluso un año. Ese es el mejor escenario. El peor es que requiera anticoagulantes de por vida. Ahí tiene que cambiar de carrera".