El presidente de Uruguay, José Mujica, afirmó este viernes su decisión de sacar a la policía de los estadios y puso en jaque la fecha de la liga nacional, que estuvo cerca de parar. Finalmente esto no sucedió debido a una reunión entre el gobierno y la Asociación del Fútbol Uruguayo que evitó que esto sucediera.

Mujica tomó esta decisión tras los hechos suscitados este miércoles, en la derrota de Nacional con Newell's Old Boys de Argentina por 2-4. Tras el pitazo final, hinchas del club uruguayo tuvieron un fuerte enfrentamiento con los uniformados que resguardaban las gradas.

En declaraciones en su espacio semanal en la radio M24, señaló que "¿dónde se ha visto que la represión sea pura? Terminamos inculpando a trabajadores que están allí, como están cumpliendo con su obligación y esto no tiene fin".

"De seguir con estas cosas que nos pasan tan seguido en el fútbol solo quedaran contemplando esta fiesta puñados de exaltados que tienden a asumir una conducta primitiva, de manada, a veces conducidos por minorías, por esas llamadas barras bravas que terminan imponiendo una especie de clima de guerra y no de fiesta" añadió Mujica.

"En las barras uruguayas existen algunos asuntos extra fútbol"

Además, acusó que en las barras uruguayas "existen algunos asuntos extra fútbol, que se anudan con estas cuestiones, que se encubren en el marco de estas cuestiones, sabemos que hay círculos que tienen tentativas de dominio, de actividades y negocios laterales, como el dominio del aparcamiento de los autos y cuestiones por el estilo".

"Sabemos que a veces hay contradicciones en la conducta de algunos portavoces de las barras bravas y peleas intestinas. Sabemos todo eso y seguro los dirigentes saben mucho más que nosotros" prosiguió el presidente uruguayo.

También explicó el porqué la decisión de sacar a los policías de los estadios, diciendo que "amontonando bastones policiales no lo solucionamos, es más parece que se exacerba. Es un tema como tal que a esta altura no debiéramos seguir eludiendo".

Habrá fútbol, pero no policías en las tribunas del Estadio Centenario

En medio de la batahola que se generó tras las declaraciones de Mujica, el mundo del fútbol prendió las alarmas. El presidente de Nacional, Eduardo Ache, señaló que esa "no era la solución" pero que respetaba las medidas.

Durante la tarde de viernes, Mujica se reunió con Ache, además del presidente de Peñarol -Juan Pedro Damiani- y el ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol Sebastián Bauzá. Tras la reunión, el secretario de la Presidencia Homero Guerrero confirmó que no se suspenderá el fútbol.

Guerrero señaló que el gobierno está "muy preocupado" por la violencia en el fútbol, pero que la reunión fue "muy positiva". "La violencia en el deporte no es algo que se soluciona de la noche a la mañana. La medida del presidente (Mujica) hoy implica que la Policía va a ingresar, tanto al Parque Central como al Estadio Centenario, para custodiar a los árbitros y al personal de recaudación" señaló.

Bauzá dijo que van a "reenviar el código disciplinario a los clubes para que la semana que viene se vote. Trabajaremos espalda con espalda (...) Que los violentos sepan que no van a poder entrar al fútbol. Le pido a los hinchas que vayan a disfrutar, no busquemos en el fútbol cosas que no tienen lugar".

En definitiva, no habrá policías que controlen dentro de los Estadios Centenario y Parque Central en las próximas semanas, pero el control volverá cuando se estime pertinente. La próxima semana habrá una nueva reunión entre los estamentos para analizar la evolución del tema.