Aníbal Mosa juega sus piezas en el tablero de Blanco y Negro de forma estratégica para volver a convertirse en presidente de la concesionaria. El dirigente se postulará para tomar el mando en las elecciones internas de abril, en las que todo deberá ser definido por los votos del Club Social y Deportivo Colo Colo.

Las intenciones de Mosa quedaron en evidencia con la renuncia de Paul Fontaine, su hombre de confianza, de la alta mesa de la sociedad anómina. Ello obligó las elecciones de directorio el próximo mes.

Mosa, accionista mayoritario, tenía una participación del 34,7 en ByN hasta octubre del 2018. Durante este año sus acciones en la concesionaria que maneja a Colo Colo aumentaron hasta cerca del 37 por ciento. Así, cuenta con tres representantes en el directorio.

El bloque que lidera Gabriel Ruiz-Tagle, actual presidente de Blanco y Negro, posee cuatro votos, y para decidir a un nuevo presidente se necesita una mayoría simple entre los nueve directores de la sociedad (cinco votos).

Bajo ese panorama, Mosa estudia una jugada clave para desterrar al otro bando, según pudimos conocer en Al Aire Libre en Cooperativa, la cual es sentarse a negociar y escuchar proyectos a futuro del CSD Colo Colo para conseguir sus dos votos.

En el escenario de volver a ser la cabeza del club, Mosa dio la tranquilidad que no se harán grandes movimientos en el actual equipo.

"No se va a tocar nada. Marcelo Espina llegó con la aprovación nuestra, Mario Salas también llegó con nuestro apoyo, el jefe de cadetes también llegó por nuestro apoyo, entonces aquí si hay algún tipo de cambio se van a dar en el directorio, pero abajo no se va a mover nada", aseguró.

"Muchas veces se toman de decisiones que son a mediano y a largo plazo, en las cuales las personas técnicas o por que lo hicieron mal o por bien no están, pero los directores siguen estando, y esa es una parte importante en donde uno pueda tener la opinión técnica y la directiva, que todos saquen la mejor solución para la institución", concluyó.