La Federación de Fútbol de Hungría (MLSZ) llenó con 30.000 niños las gradas del Estadio "Puskás" Aréna para el partido en que venció a Inglaterra por la Liga de Naciones, pese a la sanción impuesta por la UEFA de jugar a puerta cerrada.

Los húngaros aprovecharon un resquicio legal que les permitió invitar niños y niñas, pues conforme a la práctica internacional y los reglamentos, podían ingresar menores de 14 años.

La UEFA multó en julio de 2021 a Hungría a 100.000 euros y tres partidos a puerta cerrada por el comportamiento racista y discriminatorio de grupos de aficionados en los partidos de la Eurocopa que la selección magiar jugó en Budapest contra Portugal y Francia.

Finalmente, la sanción quedó reducida a dos encuentros a puertas cerradas.

El artículo 73 del reglamento disciplinario de la UEFA determina que en los partidos jugados a puertas cerradas solo puede estar presente un limitado número de personas, como representantes de la prensa, el personal técnico, agentes de la policía o colaboradores de la UEFA.

El mismo documento autoriza que los niños de hasta 14 años de escuelas o academias de fútbol, con una acompañamiento adecuado, acudan a los partidos, gratuitamente.

La selección húngara ganó 1-0 con gol de penal de Dominik Szoboszlai.