Mustafa Kucukovic pasó de ser el jugador más joven en debutar en uno de los clubes más tradicionales del fútbol de la Bundesliga, como lo es Hamburgo, a acabar preso por traficar drogas a gran escala.

El hecho ocurrió el pasado miércoles en Gelsenkirchen, ciudad donde el nacido en Bosnia, pero con pasado en las juveniles de Alemania, Kucukovic fue detenido junto a otro implicado tras ser acusados de haber comprado más de 300 kilos de diferentes tipos de estupefacientes entre abril y mayo del 2020.

Los reportes policiales indicaron que el ex jugador y su cómplice adquirieron unos 230 kilos de marihuana, alrededor de 50 de cocaína y otros 30 de hachís, una droga que se la conoce también como chocolate -por su parecido al alimento- y que posee similares efectos de los que produce la marihuana. Luego de comprar los narcóticos, los comercializaron en grandes cantidades en la ciudad de Hamburgo.

Los reportes de la prensa alemana indicaron que la policía investigó a los sospechosos durante un tiempo y fue recién hace algunos días cuando un juez de instrucción emitió las órdenes de arresto y de registro en su contra. Tras dicha confirmación, las autoridades fueron a buscar a los implicados para detenerlos.

Además de confirmar la venta de narcóticos a gran escala, los investigadores registraron por completo las viviendas de los detenidos y el supuesto apartamento que servía como búnker de la organización, ubicado en el distrito de Eimsbüttel, en Hamburgo. Allí también fueron requisados dinero -unos 20.000 euros en efectivo-, varios teléfonos móviles y cientos de tarjetas SIM extranjeras.

Otro de los datos de la causa que reveló el periódico bávaro Hamburger Abendblatt fue que la investigación policial se centró en descubrir un chat criminal que tenía el nombre de EncroChat. Los implicados en el delito intentaron encriptar dicho char con el objetivo de resguardarse de las fuerzas de seguridad, pero finalmente fueron descubiertos. Los encargados de seguir la causa pudieron filtrar el sistema el año pasado y recuperaron más de 20 millones de mensaje de alrededor de 60 mil participantes de actos delictivos.