El italiano Armando Izzo, jugador de Monza, fue condenado este viernes en primera instancia a cinco años de prisión por asociación con la Camorra y por dos delitos de fraude deportivo.

Los hechos de la doble estafa deportiva del jugador nacido en Scampia, un barrio de Nápoles (sur), se remontan a su etapa en Avellino, entre 2011 y 2014, cuando comenzaba su carrera deportiva en la Serie C y Serie B antes de saltar a la máxima categoría del fútbol italiano con Genoa, Torino y, ahora, Monza.

En concreto, la investigación se centró en dos partidos de Avellino que se disputaron en la temporada 2013-2014, arreglados con la ayuda de Izzo.

La estafa deportiva fue puesta en marcha y estaba bajo el control de los hermanos Accurso, del clan Vanella Grassi, perteneciente a la Camorra, la organización criminal mafiosa de Nápoles.

Su actual club, cuyo propietario es el magnate Silvio Berlusconi, todavía ingresado en un hospital por una leucemia, salió en defensa de su jugador, convencido de su inocencia.

"Monza tuvo conocimiento de que su integrante Armando Izzo fue condenado en primera instancia por competencia externa en una asociación de la Camorra y fraude deportivo y expresa total cercanía y apoyo a Armando, convencido de su no vinculación al medio delictivo", afirmó el club en un comunicado oficial.

"Los abogados del futbolista están decepcionados por la sentencia y están a la espera de leer los motivos; y después apelará", añadió.

La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) ya sancionó al futbolista en 2017 con una inhabilitación de seis meses y una multa de 30.000 euros por el mismo caso.

Izzo, de 31 años, vistió la camiseta de Genoa durante cuatro temporadas, hasta 2018, la de Torino durante otras cuatro campañas y la de Monza en calidad de cedido por el "Toro", aunque con obligación de compra en caso de una salvación que ya es matemática. El defensa, además, fue tres veces seleccionado con la absoluta italiana.