El escándalo se instaló en la Segunda División del fútbol peruano, donde cuatro jugadores de Hijos de Acosvinchos acusaron haber sido drogados por utileros de un cuadro rival, Sport Ancash.

Aunque el presidente de Ancash, José Mallqui, señaló que el problema estuvo en el almuerzo del cuadro rival, pues según su declaración comieron pollo a las brasas, su versión fue desmentida rápidamente por la directiva de Acosvinchos, que centraron su atención en un posible doping inducido a sus jugadores.

Y la teoría parece tomar asidero, luego que en el programa de TV "A Primera Hora", el dirigente Américo Ibáñez confirmara que el examen toxicológico arrojó presencia de barbitúricos (sedantes) en el agua que consumieron los futbolistas.

La sustancia, que en principio sería benzodiazepina, habría sido distribuida por los asistentes del Sport Ancash, lo que fue reconocido por dos de los afectados, Andy Salinas y Luis Coello.

Salinas recalcó que  tras beber el líquido, del que le llamó lo atención lo amargo de su sabor, comenzó a sentir problemas físicos, desmayándose finalmente y despertando en el hospital, sin recordar nada. Coello, por su parte, señaló que fue el jugador rival Charlie Vicente el que entregó la botella al primer afectado.

Los videos del duelo, en el que ambos equipos se jugaban la opción de quedar en el segundo lugar del torneo y poder ascender, serán entregados por el presidente de Acosvinchos, Aldryn Pérez, a la Federación Peruana de Fútbol, para que lleve a cabo una investigación e imponga sanciones en caso que corresponda.