Atrás quedaron las celebraciones y Jorge Pellicer, técnico de Universidad Católica, ya tiene tiempo para analizar el cometido de su equipo a lo largo del Torneo de Clausura, y según su punto de vista, el mérito del conjunto cruzado fue la convicción y la confianza en el trabajo que se realizó.

 

“El mérito de este grupo de trabajo fue la convicción. Aparece como cliché, pero trabajamos con una base y una idea muy definida. Conté con jugadores muy capaces de recepcionar las ideas y con la disposición a cumplir siempre”, dijo el flamante campeón del fútbol chileno.

 

“A eso le sumamos una comunión de las ‘cuatro patas’ que integran un club deportivo, el aspecto dirigencial, los futbolistas, su cuerpo técnico y su hinchada, que se la jugó, siempre acompañó al equipo, creyó en lo que hacía en la cancha y se comprometió”, explicó Pellicer.

 

En relación a una eventual baja en el partido decisivo ante Universidad de Chile, el entrenador sentenció que esa confianza les sirvió para aguantar la reacción azul y ganar la final en los penales.

 

“El plantel siempre se mantuvo con mucha confianza, con mucha convicción, y en ese momento nosotros volvimos a retomar el hilo del partido, pero más que todo, era sentir que una campaña muy bien hecha y con un trabajo impecable durante el año”, argumentó.

 

Pellicer hizo un repaso del año. “Creo que el año fue bueno y no creo que haya un hito. Siento que nosotros hicimos un muy buen Apertura, con un 75 por ciento de rendimiento y quedamos en el camino por lo que todos ya saben, pero no se podía tirar todo por la borda. Es imposible ser tremendista ante un equipo que está demostrando ciertas capacidades”, sentenció.

 

“Después afinamos algunas cosas y el cómo resolver de mejor forma el tema de los play-offs, ya que hay que convivir con esa forma de campeonato, había decantarlo a nuestra favor y eso nos permitió estar viviendo lo que estamos viviendo ahora”, agregó.

 

En relación a la última parte del año, Pellicer reconoció que el equipo sí estaba desgastado, pero que los jugadores apelaron al amor propio para salir adelante.

 

“En el segundo semestre jugamos un partido cada cuatro días en promedio, y eso significaba que nos podía pasar la cuenta el desgaste, y la última etapa del año la jugamos relativamente desgastado, pero la fuerza interior de los jugadores pudo suplir esa situación. Fue meritorio, porque tuvimos mucha carga y los jugadores demostraron que tenían gran ambición”, manifestó.

 

El año 2006

 

“He planteado que el equipo se mantenga íntegro, y están trabajando en eso, e incorporar a algún jugador más, porque es necesario”, respondió rápido Pellicer en relación a su intención de mantener el plantel que consiguió el Clausura.

 

“Yo fui el entrenador que traje a Darío Conca y creo que ha sido un acierto, y quiero a Conca en el equipo. Tengo entendido que Buljubasich ya es jugador de Católica, que Osorio también. Me interesa mucho que siga Miguel Ponce, porque no tuvo empacho en postergarse por el bien colectivo”, argumentó el entrenador en relación a algunos de los jugadores que deben renovar.

 

“Siguen las conversaciones con Darío y el ‘Polo’ (Jorge Quinteros). Hay que resolver el tema con Wanderers para contar con (Jorge) Ormeño, que quiere seguir en el club”, añadió.

 

Con respecto a la próxima edición de Copa Libertadores 2006, Pellicer se mostró confiado de cara al desafío.

 

“Los jugadores han demostrado que no se amilanan con nada y han demostrado tener mucho carácter. Siento el único equipo que nos superó fue Boca Juniors, y ellos lo han ganado todo”, explicó.

 

En relación al récord alcanzado por José María Buljubasich, quien estuvo 1.143 minutos sin ser batido, Pellicer reveló que “sentía que los jugadores tenían onda, pero yo nunca quise darle oficialidad, jamás, a pesar de que yo me estaba consumiendo por dentro”. (Cooperativa.cl)