Antes del choque entre españoles y franceses por los octavos de final de Alemania 2006, ya lo querían retirado, pero el capitán de los galos, Zinedine Zidane, tapó todas las bocas y ratificó con el gol del triunfo 3-1 ante los ibéricos que puede comandar a los dirigidos de Raymond Domenech al título de campeones.

El volante de los "bleus" anunció que comienza una nueva etapa para Francia.

"España nos lo puso muy difícil, pero la aventura continúa. Nos preparamos muy bien para este partido", declaró Zidane, que a sus 34 años, aplazó al menos un encuentro más su adiós a las canchas.

Zidane reafirmó que la selección francesa logró un buen nivel y que ahora todo puede pasar en cuartos de final.

"Teníamos que demostrar a la gente que tenemos calidad, aun cuando en la fase de grupos hayamos tenido partidos difíciles", rescató el capitán galo.

En tanto, el entrenador de Francia, Raymond Domenech, comentó tras vencer a España por 3-1, que no ha terminado el Mundial para su equipo, ya que pese a medirse a Brasil en la fase de los ocho mejores, sigue pensando que "el objetivo es estar en la final el 9 de julio".

"No sé que va a pasar ante Brasil. Quiero seguir hasta el final. Hemos hecho un partido inteligente, pero podemos dar más. Este equipo tiene potencial y vamos a ver cómo reaccionamos ante el rival que nos espera, pero no quiero hacer predicciones", adelantó el técnico francés.

Francia y Brasil reeditarán la final de la Copa del Mundo celebrada en tierras galas en 1998, y jugarán este sábado 1 de julio en Frankfort. (EFE)