Contra todas las probabilidades, Jimmie Johnson ganó por tercera vez consecutiva en las carreras de Indianapolis Motor Speedway aprovechando una penalización por exceso de velocidad impuesta al colombiano Juan Pablo Montoya, quien lideró gran parte de la competencia. 

Montoya estuvo a la cabeza durante 116 vueltas, y logró tener una ventaja de cinco segundos cuando se dirigió a la parada de rigor con 35 vueltas por hacer, pero la organización le señaló una penalidad por entrar a la parada a exceso de velocidad, por lo que lo sacaron de la competencia. 

"Yo juro por mis hijos y por mi mujer que no iba a exceso de velocidad!'', gritó en su radio."¡No hay manera! ¡Gracias, NASCAR, por desgraciarme el día''. 

El jefe de equipo Brian Pattie le rogó al piloto colombiano que se calmara y se centrara en salvar lo que quedaba de una jornada con un puntaje bastante sólido, pero eso resultó en vano. 

"¡No me digas que me calme, hombre!'', gritó Montoya. "Teníamos la victoria casi en nuestro bolsillo''. 

Sí que lo tenía, pero el piloto ganador de la carrera de Indianapolis 500 del año 2000 fue relegado al 11º lugar. 

Montoya, que había alcanzado el sexto lugar en el Sprint Cup, perdió un escalón y ahora se encuentra ubicado en el décimo en el Chase para el campeonato venidero. 

Pero fue demasiado rápido. Según Nascar, el sistema electrónico captó a Montoya con exceso de velocidad dos veces mientras se acercaba a su parada de rigor. 

"No hay manera de equivocarse'', dijo Robin Pemberton, vicepresidente de la competencia. "Es la matemática más simple del mundo''. 

La penalidad abrió la carrera para los demás, permitiéndole al piloto del equipo de Hendrick Motorsports,  Jimmie Johnson, ganar la competencia.