El técnico de Universidad Católica, Juan Antonio Pizzi, aseguró luego de que su escuadra perdiera el título del Torneo de Apertura a manos de Universidad de Chile en una final en la cual el juez del encuentro, Enrique Osses, expulsó a dos de sus pupilos y cobró dos penales, que el arbitraje no es una excusa.

"Hubo algunos fallos que ahora me están diciendo que fueron erróneos, pero no es excusa el árbitro. Las dos expulsiones condicionaron el trámite del partido, pero las dos se pueden considerar justas", dijo sobre las tarjetas rojas mostradas a Tomás Costa y Alfonso Parot.

Sobre la forma en que perdieron el campeonato, habiendo llegado al duelo de vuelta con una ventaja de dos goles, que significaba que los azules debían ganar por tres de diferencia -que consiguieron venciendo 4-1-, Pizzi dijo que esas condiciones no eran definitivas.

"Las condiciones eran favorables a nosotros, pero no definitivas. Cuando nos quedamos con 10 jugadores, que implica mucha ventaja en este tipo de partidos, seguimos controlando; pero después cuando se ponen en ventaja y con dos menos se (nos) hizo complicado", apuntó.

"Forma parte del fútbol. Ahora tenemos un período de descanso que sirve para reflexionar, para recomponerse de los golpes que hemos sufrido, que es doloroso, como dije", aseguró, afectado por la derrota.

En última instancia, Pizzi intentó explicar las agresiones que recibió Osses por parte de algunos jugadores franjeados, como Francisco Pizarro, diciendo que "en un partido como éste las reacciones se van de las manos".