La portorriqueña Mónica Puig (34°), flamante medallista de oro en el cuadro individual femenino de tenis de Río 2016, manifestó este sábado su alegría por el histórico logro para su país, resaltando el "fuego boricua" en su interior, que estos juegos "fueron el torneo de mi vida".

La tenista, exultante tras superar a la alemana y segunda del mundo Angelique Kerber, destacó ser "agresiva en la cancha, apasionada con lo que hago, con una actitud cojonuda y con el fuego boricua dentro de mí".

"Cuando me pongo una meta sé que lo puedo lograr", manifestó, destacando también el aliento del público asistente en el Centro Olímpico de Tenis.

"Cuando escuché el 'sí se puede' luché más. Todo se puede en la vida. Esta noche no tuve ninguna duda de que podía ganar la medalla", relató la deportista.

"Esta mañana traté de no pensar en el partido. Mantenerme relajada pero estaba viendo vídeos de ella, de Angelique y ver cómo enfrentarme a ella. Prepararme. Por la mañana tomé confianza de lo que podía hacer y lograr. Espero que esto suponga un salto hacia los primeros puestos del ránking, pero quiero disfrutar de esto", desveló sobre su preparación.

"Nunca pensé en lograr esto. Pensé en el fondo que si no lo lograba ahora, tendría cuatro años para lograrlo, pero yo lo quería ahora", apuntó la tenista de San Juan, que confía en lograr más éxitos como el que obtuvo en Brasil.

Subrayó sobre todo el empeño y la convicción. "La fe que tenía en mí que podía lograr algo así. Sabía que algo grande iba a llegar en cualquier momento. Estoy orgullosa de ello y se que esto no va a parar", advirtió la jugadora, que piensa celebrar como merece la medalla de oro, a pesar del cansancio y la fatiga acumulada.

"Estoy feliz porque he hecho historia en mi país y eso vale oro", apuntó. "Viva Latinoamérica. Representaré a Latinoamérica hasta que muera", alentó.