Vivimos días inolvidables. La llegada de Arturo Vidal a FC Barcelona es una de las mejores noticias futboleras que tendremos en el 2018 junto a la clasificación de Chile al Mundial Femenino de Francia 2019.

En 2010 creer que tres chilenos jugarían en el cuadro catalán era una mala broma. Ocho años después serán tres los compatriotas que hayan vestido esos colores. Es tremendo.

Brasil y Argentina están acostumbrados a tener jugadores en los principales equipos del mundo, uno más no les cambia la vida. Chile no, el listado es corto y llena de orgullo.

Cuando Iván Zamorano llegó a Real Madrid (1992), el mismo "Bam Bam" a Inter de Milán (1996) o Marcelo Salas a Juventus (2001) era un oasis en el desierto. Más de alguno se extrañó al ver a Mauricio Aros campeón de la Copa UEFA con Feyenoord (2002). Era impensado imaginar algo similar en el futuro.

Tres años después hubo un atisbo de nuevos aires. David Pizarro llegó a los neriazzurri (2005), lo mismo que Luis Jiménez (2007). Entremedio Mark González estuvo en Liverpool (2006). Hablamos de chilenos en los cuadros más importantes de Europa o aquellos que alguna vez ganaron la Liga de Campeones. No empiecen a ningunear, ni menos a comparar futbolistas. Ellos llegaron ahí y tienen su mérito.

Sin embargo, con la generación bicampeona de América esto se propagó. Repasemos.

Alexis Sánchez en los culé (2011) y en el Manchester United (2018).

Arturo Vidal en la Juventus (2011), en el Bayern Munich (2015) y ahora en los azulgranas (2018).

Mauricio Isla en la Vecchia Signora (2012) y en el Marsella (2015).

Gonzalo Jara en el Nottingham Forest (2013).

Claudio Bravo en los azulgranas (2014) y en Manchester City (2016).

Gary Medel en el Inter (2014).

Marcelo Díaz en el Hamburgo (2014).

Matías Fernández en el Milan (2016).

Nicolás Castillo en el Benfica (2018).

¿Sirven subcampeones de Europa? Entran entonces…

Pizarro en la Roma (2006).

Vidal en el Bayer Leverkusen (2007).

Pizarro y Fernández en la Fiorentina (2012).

Alexis en el Arsenal (2014).

Eduardo Vargas en el Valencia (2014).

Charles Aránguiz en el Leverkusen (2016).

Y Fabián Orellana en Valencia (2017).

Llegamos a 14 jugadores de los 31 que ganaron las Copas América de 2015 y 2016. Este número esperemos que crezca en el futuro, pero por lo pronto, nos permite sentirnos orgullosos.

Esto que vivimos no sabemos hasta cuándo durará por lo que no lo desaprovechemos. Consumamos cada partido de estos cracks como si fuera el último, porque no nos daremos cuenta, y estarán todos retirados.

Es un lujo ser contemporáneos a estos jugadores. Y hoy que cumplo 37 años, lo agradezco una vez más.