Por José Antonio Prieto, @TPrietoRadio

La situación se repite casi semana a semana. La tabla de posiciones dice que Universidad Católica es el líder del Campeonato Nacional 2018. Lo que también es habitual es que el rendimiento tanto en lo colectivo como individual, apenas alcanza para el suficiente.

El técnico español Beñat San José conduce a los cruzados desde inicio de 2018, tiempo suficiente para que su propuesta sea reconocible.

Pero en la cancha la UC no impone condiciones desde la posesión o desde un ataque poderoso.

Por ejemplo, Curicó le “robó” la pelota gran parte del partido; con Audax no sumó ni una sola llegada y ante Unión Española fue otra vez un equipo sin sabor.

A Beñat no le queda otra, tras cada partido, que resaltar “el esfuerzo de mis jugadores” y “el apoyo de la afición”.

Ocho empates en los últimos 10 partidos, son las señales de un equipo, que todo le cuesta. No hay abundancia en ninguna zona.

Hay frases que le dan algo de sustentabilidad: Juegan muchos jóvenes de la casa, hemos perdido una sola vez, la inversión ha sido reducida.

Pero enfrentando la recta final del torneo, la deuda en el juego es evidente: Matías Dituro hizo una buena primera rueda; Luciano Aued y “Chapita” Fuenzalida los más regulares; Diego Buonanotte sigue cambiando de ubicación; César Munder por izquierda, repito, por izquierda, un hallazgo.

Y el hincha que en un principio le dio crédito a San José, estando siempre arriba en la tabla con hasta 9 de ventaja, hoy discute el rendimiento pese al primer lugar. Tienen razón.

Esa esperanza de ver un juego destacado con la opción de un título, se va quedando estancado.

Es como esas parejas que tiene onda, pero que al final no llegan al enamoramiento.