El chileno Nicolás Jarry (45° de la ATP) perdió en la primera ronda del Abierto de Australia, frente al argentino Leonardo Mayer (53°), pero sacó cuentas positivas de su desempeño en el primer Grand Slam de la temporada.

"Estuvo bastante bien, he estado trabajando en ciertas cosas durante toda la pretemporada y las he podido llevar a cabo de buena manera, buscando cosas diferentes. El resultado no fue lo mejor, se escapó por un par de puntos, pero quedo contento con lo que fue mi desempeño", indicó una vez concluido el partido.

"Comparando con el año pasado, éste lo empiezo mucho mejor, eso me tiene motivado para lo que viene en el futuro, para el 2019", agregó para luego descartar que su retiro del Abierto de Sydney a causa de una ampolla le pasara la cuenta en Melbourne.

"Estuvieron buenos los días previos al percance de Sydney, pero llegando acá lo pude resolver rápidamente y me puse a entrenar a partir del miércoles con la ampolla drenada y sin dolor, y nada... estaba perfecto", explicó.

"No creo que influyera no jugar en Sydney, llegan todos con pocos partidos jugados, estaba con más ganas... pudo afectar un poco en mi nerviosismo del principio, pero uno a los Grand Slam entra muy nervioso siempre, pero creo que no afectó", postuló Jarry.

Además, el chileno destacó que tuvo una buena pretemporada este 2019, mejor que en ocasiones precedentes, indicando además que "quedo bien porque luché, salieron un par de cosas muy buenas para lo que será mi juego en el futuro".

En cuanto a la presión que tiene por jugar un major, Jarry dijo que "está hace varios años, el primero que le pegó fue a Christian -Garín- con todo el peso que le pusieron tras ganar Roland Garros y nada, yo estaba como sombra aprendiendo y viendo cómo es y cómo va a ser, me gusta jugar con público".

Por último señaló que espera con ansias la llave de Copa Davis ante Austria.