Luego del incendio que terminó con 10 jóvenes jugadores de Flamengo fallecidos, la policía de Brasil comenzó una exhaustiva fiscalización y este miércoles decidió clausurar un alojamiento del club Botafogo, también en Río de Janeiro.

De acuerdo a lo informado por la prensa carioca, las autoridades cerraron la pensión destinada a jugadores de las divisiones inferiores tras constatar grietas en las paredes y un cableado eléctrico inadecuado en una inspección realizada al local.

Las autoridades brasileñas han abierto una investigación al constatar los desperfectos en la estructura, mientras peritos ingenieros realizan una fiscalización más a fondo.

Botafogo dijo en una nota que los alojamientos "solamente son utilizados en casos especiales de jugadores fuera del estado" de Río "o en vulnerabilidad social". No obstante ello, reconoció que es necesario "actualizar la documentación" del recinto.

En este sentido, la entidad carioca anunció que "los pocos jóvenes allí alojados" fueron trasladados a otra sede del club que sí tiene la reglamentación al día. El club Botafogo comentó además que un nuevo centro de entrenamiento se encuentra en la "fase inicial de obras".