La delegación de Palmeiras sufrió el domingo un gran susto al intentar en dos oportunidades aterrizar en la ciudad de Mendoza sin éxito por las ráfagas del viento zonda que obligaron a la delegación brasileña a trasladarse a Buenos Aires y reprogramar su viaje a la ciudad cuyana para este lunes.

El vuelo que trasladaba al conjunto paulista, que el martes enfrentará a Godoy Cruz por el encuentro de ida de octavos de final de la Copa Libertadores, intentó sin éxito en dos oportunidades aterrizar en el aeropuerto internacional El Plumerillo.

Con ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora para un temporal que dejó un muerto y 60 evacuados en la ciudad de Mendoza, el avión desvió su ruta y aterrizó en la ciudad de Rosario, distante 760 kilómetros del destino previsto.

Los movimientos de la aeronave en los dos intentos de aterrizaje generaron temor y pánico entre los pasajeros y hasta vómitos en algunos de los integrantes de la plantilla del Palmeiras.

Luego del abastecimiento de combustible en Rosario, la delegación paulista se trasladó a Buenos Aires donde se alojó en un hotel céntrico y donde aguardarán hasta este lunes por la mañana para intentar nuevamente llegar a Mendoza.

"El susto fue grande pero, por suerte, todo el mundo está bien. No entrenaremos en Buenos Aires y la idea es partir a Mendoza este lunes. Esperemos que el clima nos ayude", le comentaron a EFE esde la delegación de Palmeiras alojada en Buenos Aires.

El equipo "verdao" viajó este lunes a Mendoza y ya está instalado esperando el duelo.