Si bien en la mayor parte de Brasil, el fútbol fue paralizado debido a las medidas para frenar el coronavirus, en algunos torneos estaduales se mantiene la acción en las canchas.

Es el caso del estado Roraima (al norte de Brasil, cerca de la frontera con Venezuela) donde este martes por la noche se disputaba la cuarta fecha, aunque sin público.

Algunos clubes se mostraron dispuestos, no obstante, los jugadores del club Baré no aceptaron y terminaron entrando a la cancha con mascarilla y tan pronto como el juez del duelo ante Sao Raimundo, abandonaron el campo de juego en protesta por la decisión de seguir jugando.

En vista de la situación, el árbitro Yungo Paiva cumplió con el protocolo y esperó 30 minutos antes de suspender la reunión.

El resultado final y un eventual castigo serán determinados posteriormente por la Federación de Fútbol de Roraimense.