Sebastián Moreno, presidente de la ANFP, vive horas clave en Quilín debido al escaso apoyo con el que cuenta entre los presidentes de los clubes chilenos y luego de sucesivas renuncias en su directorio, que lo dejaron en una situación muy compleja.

El ex dirigente de Cobresal está dispuesto a gestar su salida, aunque a cambio de condiciones, tal como conoció Al Aire Libre en Cooperativa.

Un primer punto es "ordenar la casa" en materia financiera y que una nueva administración no encuentre problemas de esta índole.

También hay varios aspectos administrativos en la ANFP y la Federación que necesitan un periodo de transición. Otro punto es la remumeración que recibe Moreno desde Conmebol (aproximadamente 20.000 dólares mensuales) y que le permite abocarse exclusivamente al rol dirigencial.

Este martes se concretó la renuncia del vicepresidente, Raúl Jelves, y en este escenario, el lugar de Moreno como timonel de la ANFP quedó pendiendo de un hilo, ya que la mayoría de los clubes están descontentos con su gestión.

Con estas salidas, solo Moreno, el tesorero Arturo Aguayo y el director Marcos Kaplún quedaron en la mermada cúpula del ente que rige el fútbol chileno.

Ante una inmimente renuncia de Moreno, la ANFP deberá fijar una fecha de elecciones para una nueva mesa directiva, y en un plazo de dos semanas se deberán presentar las listas con candidatos.

De acuerdo a los estatutos, las listas deberán estar compuestas por un candidato a presidente, y seis directores.