El final del partido entre Everton y Palestino en Viña del Mar tuvo de todo. El árbitro Nicolás Millas cobró un polémico penal para los locales en el tiempo agregado, pese a la revisión del VAR, pero el arquero César Rigamonti atajó para salvar a los árabes de la derrota.

La controversia se desató con una jugada de Jorge Espejo, quien cargaba en ataque y desestabilizó a su marcador, Agustín Farías, quien tocó casualmente el balón con la mano.

De inmediato los ruleteros reclamaron el penal y el árbitro Millas fue a revisar al VAR en medio de la tensión. Y la repetición mostró que la pelota primero rebotó en la cara de Farías y después en el brazo, por lo que, según el reglamento, no es penal.

Sin embargo, Millas señaló el punto de cal, desatando las miradas incrédulas de los jugadores de Palestino. De hecho, Maxi Salas no quería regresar al campo de juego debido al polémico cobro.

Desde los 12 pasos, Rodrigo Echeverría tomó la responsabilidad y tiro rasante; pero César Rigamonti adivinó y atajó, salvando a Palestino (90+14').

Tras el pitazo final, Farías intentó increpar a Millas, pero detenido por sus propios compañeros. El técnico Pablo Sánchez, por su parte, exigió explicaciones al juez, sin respuesta alguna, en un dramático desenlance.