El ciclista italiano, Ricardo Ricco, expulsado el 18 de julio del Tour de Francia tras dar positivo en un control antidopaje, admitió el uso de EPO de última generación ante la fiscalía de Comité Olímpico Italiano (CONI).

"Ante la fiscalía antidopaje del CONI asumí mi responsabilidad. Antes del Tour tomé la sustancia que todos saben (EPO de última generación)", explicó el escalador de Saunier Duval.

Ricco aseguró además que se ha tratado de un "error" individual, exculpando así a su equipo, que decidió retirarse de la carrera francesa tras los resultados del examen.

El ciclista confesó el uso de EPO durante su primera comparecencia ante el fiscal antidopaje del CONI, Ettore Torri.

"Fue un error sólo mío. Por ello, no pedí el contraanálisis. Ahora sólo me preocupa el equipo porque pienso que por culpa mía alguno puede perder su trabajo", añadió.

 

Pidió perdón

El corredor, de 24 años, que dio positivo en la contrarreloj de Cholet, dos días antes de lograr en Super-Besse la primera de las dos victorias de etapa que acumulaba en el último Tour de Francia, explicó que durante la prueba se sometió a varios controles, pero que en sólo dos apareció la sustancia que había tomado.

Asimismo, reconoció que, con su confesión, ha querido quitarse "un gran peso de encima". "Tengo un gran sentimiento de culpa y quiero pedir perdón también a todos mis seguidores", añadió.

El ex ciclista de Saunier Duval había negado a los gendarmes franceses que lo interrogaron haberse dopado y aseguró que las jeringas que se encontraron entre su material servían para inyectarle sólo vitaminas y que nunca había oído hablar de EPO de última generación.