El veterano Romario, quien junto con Pelé es el único futbolista que ha superado la marca de 1.000 goles, declaró que sólo pretende "jugar dos o tres partidos más" para concluir su larga carrera, aunque aún no tiene claro en cuál equipo.

 

"Desde que salí de Vasco da Gama estoy en casa sin hacer nada y no puedo hacer eso. Alguna porquería tengo que hacer", dijo en una entrevista que publicó este domingo el diario Jornal de Brasilia.

 

Romario, de 42 años, se desvinculó de Vasco da Gama hace un mes, en medio de una polémica con el presidente del club, Eurico Miranda.

 

Tenía un doble papel de jugador y entrenador y alegó que Miranda intentó imponer un jugador en la alineación que él había decidido para un partido del campeonato carioca.

 

En ese momento, también estaba pendiente que la justicia deportiva aceptase reducir la pena de 120 días de suspensión que le había aplicado a fines del año pasado, después que dio positivo en un examen antidopaje en el que fue detectada una sustancia prohibida en un tónico contra la calvicie que usa hace años.

 

El jueves 14 de febrero, la pena fue anulada y Romario está otra vez en condiciones de actuar, pero no sabe si será en Vasco da Gama, con el que tiene contrato como jugador hasta fines de marzo.

 

El delantero reiteró que desea "un proyecto de futuro" e insistió en que el club carioca no le ofrece "nada". En cambio, sí tiene una oferta mucho más concreta y proyectada en el tiempo de Flamengo, el mayor y más enconado rival de su actual equipo.

 

Según Romario, Flamengo le propuso jugar en el equipo, pero también un contrato como presentador del recién creado canal de televisión por internet Fla-TV y además un cargo de representante internacional del club para cuando se retire definitivamente.

 

También pretende organizar para su despedida una serie de cinco partidos amistosos contra equipos extranjeros. El último sería en el Estadio Maracaná y el club y el jugador dividirían derechos de transmisión, contratos de publicidad y taquillas.

 

Sobre la amenaza de Eurico Miranda de que, en caso de que fiche por Flamengo, retirará de la sede del Vasco una estatua erguida en su homenaje tras alcanzar su milésimo gol, Romario simplemente dijo que "quien manda en el club es el presidente".

 

Romario anotó su gol número 1.000 el 20 de mayo del 2007 y desde entonces ha jugado unos pocos partidos, en los que marcó otros dos.

 

En la entrevista con Jornal de Brasilia, explicó que todavía no sabe cuál será su decisión definitiva, pero aclaró que la tomará en función de "ser feliz".

 

Por el momento, esa felicidad ya la tiene con la decisión de la justicia deportiva que le exculpó de la acusación de dopaje.

 

"No podía terminar mi historia cien por ciento bien si tuviese que cumplir una pena por dopaje", apuntó. (EFE)