El astro brasileño Romario será juzgado este martes por el positivo que dio en un análisis de dopaje y podría poner fin a su carrera si es condenado por el Superior Tribunal de Justicia Deportiva del país de la samba.

 

El futbolista de 41 años se enfrenta a una posible pena de entre 120 a 360 días de suspensión, como está tipificado para esta infracción en el Código Brasileño de Justicia Deportiva.

 

Si se confirma el castigo, Romario podría decidir colgar los botines, ya que, según él, sólo va a prolongar su carrera hasta el final de la primera manga del torneo regional de Río de Janeiro, que comienza el 19 de enero y termina el 24 de febrero.

 

El ariete dio positivo en un análisis realizado el 28 de octubre tras un partido del Campeonato Brasileño en el que su equipo, Vasco da Gama, enfrentó a Palmeiras.

 

El delantero dio positivo en finasterida, una sustancia que se encuentra en un producto contra la calvicie, que el jugador reconoció tomar "desde hace trece años", motivo por el que renunció a realizar la contramuestra.

 

La justicia deportiva brasileña prohíbe esta sustancia porque puede enmascarar el consumo de anabolizantes.

 

En el caso de que el jugador sea condenado y se vea obligado a dejar las canchas, realizará su despedida en un amistoso que va a jugar Vasco en Emiratos Arabes Unidos y después continuará trabajando como técnico de su equipo.

 

A pesar de seguir activo, Romario fue anunciado como nuevo entrenador del equipo que recientemente fichó al chileno José Luis Villanueva, tras la finalización del Campeonato Brasileño, que concluyó la primera semana de diciembre.

 

Si finalmente es absuelto, el atacante combinará ambas funciones, como ya hizo en un encuentro de la Copa Sudamericana en octubre pasado, cuando dirigió a sus compañeros desde la banda y acabó jugando unos minutos al final del partido.

 

En aquella ocasión, el que fuera campeón del mundo en 1994 facturó una victoria sobre América de México, aunque fue insuficiente para lograr la clasificación en Copa Libertadores, por la diferencia de goles. (EFE)