El técnico de la selección chilena, Claudio Borghi, enfrentó en esta jornada a los medios de comunicación para aclarar la marginación de los jugadores Jorge Valdivia, Jean Beausejour, Carlos Carmona, Arturo Vidal y Gonzalo Jara, quienes en la noche del martes se integraron con 45 minutos de retraso al régimen de concentración en el Complejo Deportivo "Juan Pinto Durán".

El estratega reconoció que los cinco jugadores no llegaron a la hora anteriormente pactada y lo hicieron en evidente estado de ebriedad al recinto deportivo de Macul.

"Los cinco jugadores que llegaron no estaban en buenas condiciones. Estoy dolido, porque hay cariño y un conocimiento de dos jugadores de mucho tiempo", dijo y sostuvo que los futbolistas ni siquiera tenían la capacidad para defenderse.

Borghi fue más allá y al explicar sus sensaciones, dijo estar dolido especialmente con Jorge Valdivia y Arturo Vidal, a quienes conoce desde pequeño de las inferiores de Colo Colo.

"Mi admiración deportiva por Jorge (Valdivia) no va cambiar, tampoco mi cariño. La gente se equivoca y hay que darle la oportunidad que se recupere", indicó.

"El que comete la falta es el que tiene que dar explicaciones. No es una situación que me pone orgulloso", sostuvo.

El DT dio a conocer detalles de la situación y declaró que el mal estado de los jugadores no les permitió ni siquiera defenderse.

"A las 22:00 horas (01:00 GMT) estaban todos en la mesa listos para cenar. Ellos llegaron 45 minutos tarde y se saltaron la cena. Se fueron directamente a sus habitaciones y los fui a ver y no me llevé una grata impresión", señaló el técnico, quien agregó que "ellos no se podían defender, lamentablemente".

"No le encuentro explicación. Uno trabaja en base a la confianza. No puedo atar a un jugador, ellos tienen libertades y obligaciones. Las obligaciones no las cumplieron", agregó.

No habrá perdonazo y sí hay nuevos convocados

Borghi no descartó, ni afirmó, que al interior del complejo deportivo algún jugador haya recriminado a los cinco expulsados por su accionar.

"No puedo asegurar que algún jugador del plantel haya encarado a alguno de los cinco marginados por su actitud", declaró.

El seleccionador nacional indicó también que el plantel de jugadores que sí cumplió con las reglas de convivencia quedó sentido por el accionar de los desafectados.

"Es loco lo que pasó. Antes tuvimos la denuncia de El Mercurio, previo al partido ante Argentina, y ahora esto. Es mi trabajo tomar decisiones y debo ser responsable. Si ganamos o perdemos no podemos tapar estas situaciones. El plantel siente esta situación y hay silencios, los que pueden ser de pena", apuntó.

Borghi dio a conocer que les comunicó lo sucedido al resto de los seleccionados previo a la práctica de este miércoles e indicó que no aceptará algún tipo de perdonazo, si es que éste es solicitado por el plantel de jugadores.

"Nos reunimos anoche con parte del plantel y hoy hubo una reunión explicativa con todos, desde el más viejo al más joven. Se habló con la franqueza del caso", comentó.

"La decisión ya está tomada. Si los jugadores se juntan y me piden que los reintegre, me tengo que ir yo", declaró.

En su encuentro con los medios el DT ratificó que en lugar de los cinco jugadores expulsados fueron convocados al equipo nacional son José Rojas (Universidad de Chile), Fernando Meneses, Francisco Silva y Felipe Gutiérrez (Universidad Católica).

En medio de este convulsionado ambiente, el plantel nacional seguirá entrenando este miércoles y el jueves  viajará a Uruguay para enfrentar el viernes, a las 19:00 horas (22:00 GMT) a Uruguay en el Estadio Centenario.