Un correo electrónico enviado por Peter Hiller, director de Azul Azul, al resto de los integrantes de la mesa directiva, salió este viernes a la luz pública y en el texto hay severas críticas a la gestión del presidente y máximo accionista de la concesionaria que rige los destinos de Universidad de Chile, Carlos Heller.

Dos son las aristas a las que el empresario hace mención en la misiva enviada el 17 de junio de 2014 y develada este viernes por el diario El Mercurio: la contratación de Gustavo Canales y el proyecto estadio.

Con respecto al ex delantero, Hiller comenta que votó en contra del retorno del ariete.

"Encuentro que tener un costo de US$ 100.000 al mes por 24 meses por un jugador viejo, con una rodilla para la miseria, poco goleador si no tomamos en cuenta los penales convertidos, suspendido en Argentina por doping, es una locura. Estoy seguro que en ninguna empresa un hecho como este sería posible. Su costo representa un 24 por ciento del total de nuestra plantilla en el último campeonato. Siendo que de por sí es un mal elemento para el camarín ¿Hay alguien que crea que cuando se sepa su costo y remuneración, esto va a mejorar el ambiente entre los jugadores?", escribió Hiller.

"Estamos actuando en base a calenturas y expectativas exageradas. Todos sabemos que (Canales) no podrá estar presente, en el mejor de los casos, en algunos o varios partidos porque su físico se lo va a impedir ¿Cuáles serán esos partidos? ¿Los "sin importancia" o los "clásicos"? ¿Qué provisiones se tomarán con su remuneración en caso que ya no pueda jugar más? ¿Seriamente, me van a decir que no existe un centrodelantero que nos cueste US$ 3.600.000 por tres años y que además podríamos vender después?", añade.

De acuerdo a lo publicado por el matutino, el mismo Hiller reconoció su error.

La segunda temática abordada por Hiller dice relación con el ansiado estadio, y el directivo dice que hay un despilfarro de parte de la regencia de Carlos Heller.

"Si a esto le sumo el estadio, que ya parte con un déficit de 20 millones de dólares, todo se encadena en una fiesta del despilfarro que el club no tiene. Decir que no importa, porque haremos un aumento de capital es volver a la época de los mecenas en el fútbol ¿Cómo quedará la caja después de todos los finiquitos, venta y contrataciones que estamos haciendo? Hace nada teníamos un superávit de 15 millones de dólares ¿Cuánto nos queda? ¿Cómo cubriremos el déficit que tendremos este año?", concluye.