Milorad Cavic, ganador de la medalla de plata en los 100 metros mariposa en los Juegos Olímpicos de Beijing, en estrecha derrota ante el estadounidense Michael Phelps, fue recibido en Belgrado ante el parlamento serbio por decenas de miles de admiradores entusiasmados.

Cavic apareció en el balcón del edificio mostrando tres dedos, símbolo nacionalista serbio, y fue saludado frenéticamente por la multitud congregada.

La masa coreó su nombre, como también el eslogan "Kosovo es el corazón de Serbia", en lo que el nadador se adhirió a sus admiradores, informaron los medios de Belgrado.

"Hace tres días, al recibir la medalla olímpica, pensé que estaba en el momento más lindo de mi vida, y ahora sé que no lo era todavía", declaró.

"Sólo en Serbia puede uno con medalla olímpica realmente saber todo lo que ha logrado. No lo sabe ningún otro deportista de otros países. No lo sabrán nunca ni aquellos que ganaron ocho medallas de oro", aseguró.

 

La particular historia de Cavic

Aparte de ser admirado en Serbia por sus formidables resultados deportivos, Cavic ganó popularidad especial en el pasado Campeonato de Europa de natación de Eindhoven por defender la pertenencia a Serbia de Kosovo.

Cuando subió a recoger la medalla de oro de los 50 metros mariposa se puso una camiseta en la que se leía "Kosovo es Serbia", en protesta contra la autoproclamación de independencia de ese territorio efectuada por Pristina el 17 de febrero, y apoyada por la mayoría de la población albano-kosoar.

Cavic fue expulsado de los campeonatos por la Liga Europea de Natación (LEN) y la Federación Serbia fue multada con 7.000 euros debido a la prohibición de hacer manifestaciones de carácter político durante la manifestación deportiva, pero en su país fue recibido como un héroe.