La frustración de los brasileños por la eliminación de la Copa del Mundo de Alemania 2006 tras caer ante Francia por 1-0, llevó a un congresista a presentar un insólito proyecto de ley para prohibir la convocatoria a la selección de futbolistas que jueguen en clubes del extranjero.

 

El polémico plan fue presentado en la Cámara de Diputados por el legislador Luiz Carlos Hauly, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), quien argumentó que llamar para la selección verdemarilla sólo a jugadores que actúen en el país sería un estímulo para que los astros brasileños no fichen por clubes del exterior.

 

"En muchas competiciones internacionales la selección es representada por jugadores que hace años actúan fuera de Brasil o obtuvieron la doble nacionalidad", dijo Hauly, según la agencia local de noticias "Estado".

 

De los 23 jugadores que fueron convocados por el técnico brasileño Carlos Alberto Parreira para el Mundial, 20 militaban en clubes del exterior y apenas los suplentes Rogerio Ceni, Ricardinho y Mineiro fueron los llamados del medio local.

 

El diputado Hauly recurrió a la expresión "patria de chuteiras" (que sería algo así como patria de zapatillas de fútbol) acuñada por el dramaturgo y cronista deportivo Nelson Rodrigues en 1958, tras la conquista del primer título mundial de Brasil, para explicar su visión del estado actual de la selección.

 

"Brasil debería ser la patria de chuteiras pero lo que hemos visto son chuteiras sin patria", señaló el congresista en referencia a la falta de garra de algunos astros brasileños en el Mundial.

 

Según el proyecto de ley de Hauly, sólo podrían ser convocados para la selección aquellos futbolistas que hayan jugado en Brasil en los doce meses anteriores a un torneo internacional, y lo mismo valdría para todos los miembros de la comisión técnica.

 

También serían excluidos los jugadores que posean doble nacionalidad, como el delantero Ronaldo Nazario y el lateral Roberto Carlos, ambos con ciudadanía española.

 

El proyecto de ley, que según analistas políticos difícilmente será aprobado, establece además pesadas multas para la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en caso de que llame a la selección a jugadores que no sean de clubes nacionales. (EFE)