Demostrando el nivel que lo tiene invicto en sus 12 presentaciones sobre la arcilla de Düsseldorf, Fernando González (16° de la ATP) derrotó por 6-4 y 7-6 (4) a Tommy Haas (114°), y logró una irremontable ventaja de 2-0 para Chile sobre Alemania, que le permitió acceder al enfrentamiento final donde intentará reeditar el título obtenido en 2003.

 

Luego de la excelente victoria a primera hora de Nicolás Massú (11°) sobre Rainer Schuettler (7°) por 6-4, 2-6 y 6-2, Fernando González no defraudó en el court central del Rochusclub y desde el comienzo dejó en claro su superioridad con un quiebre de servicio en el primer juego.

 

Tras el triunfo del chileno, el mismo Massú, acompañado de Adrián García, no pudo cerrar con una victoria el acceso a la final y sucumbieron ante Rainer Schuettler y Tommy Haas por 7-5 y 6-2 en el partido de dobles. Así, se cerró la serie con un 2-1 en favor del equipo nacional.

 

El golpe de González

 

Tommy Haas aparecía como un rival accesible en el papel debido a los cerca de 100 puestos que lo separan de González en el ranking, pero el germano respondió a su calidad de ex número dos del mundo, y paulatinamente fue igualando las acciones basado principalmente en un juego de saque y red.

 

El local logró igualar la cuenta en el cuarto game tras quedarse con el servicio del chileno, pero González reaccionó rápidamente y en el juego siguiente volvió a quebrar para recuperar la ventaja, y mantenerla hasta asegurar el primer set por 6-4 en 40 minutos.

 

Si Tommy Haas fue un duro rival en el capítulo inicial, la segunda manga comenzó a serle favorable casi totalmente tras devolver en el cuarto juego un rompimiento de González en el capítulo anterior.

 

Constantemente apoyado por su público, el alemán sacó el máximo de provecho a sus constantes acercamientos a la red, los que lograron complicar más de la cuenta a un tenista chileno que comenzó a presentar problemas para asegurar sus servicios.

 

Esta dificultad lo llevó en el décimo game a quedar con punto de set en contra (4-5 y 30-40 abajo), pero la segunda raqueta nacional sacó a relucir el nivel que lo tiene invicto en Düsseldorf y salvó la situación para mantener la igualdad hasta forzar un tie break.

 

En la definición, el chileno se sacudió de todos los problemas y volvió a manejar las acciones con potentes golpes que dejaron sin opción al jugador local.

 

Fernando González aseguró el tie break por 7-4 y ganó el encuentro en una hora y 38 minutos, para dejar a Chile por segundo año consecutivo como el mejor equipo de la primera fase, en este caso el Grupo Rojo, e instalarse en la final del Mundial de Düsseldorf.

 

En su intento por reeditar el título conseguido en 2003, el equipo nacional deberá enfrentar al ganador del Grupo Azul, que se definirá este viernes 21 de mayo entre Argentina y Australia.