El piloto Sebastien Loeb (Citroen) afronta este fin de semana en casa el rally de Francia, undécima cita del año, con la intención de sumar un nuevo triunfo que le acerque al que sería su octavo título en el Mundial WRC.

Si Loeb consigue su propósito, se colocaría como el piloto más laureado en la ronda gala, superando a su compatriota Didier Oriol.

Loeb no lo tendrá fácil, ya que su compañero de equipo y compatriota Sebastien Ogier también corre en casa y no termina de aceptar su rol de segundo piloto por lo que existe la posibilidad de que salga al ataque y busque el liderato, lo que pondría a su equipo en el compromiso de tener que frenarlo.

Ogier ha sido el único que ha superado a Loeb en una prueba de asfalto en los últimos años. De hecho, rompió en agosto su monopolio en Alemania, donde el heptacampeón había ganado en todas las ocasiones en que la cita germana se había incluido en el calendario mundial.

Por su parte, los representantes de Ford, que hicieron doblete en Australia, no dan el título por perdido y un triunfo permitiría al finlandés Mikko Hirvonen restar diferencias con Loeb e impedir a Citroen que sentencie el título de constructores.

Loeb llega a esta prueba en Francia como líder de la general, con 15 puntos de ventaja sobre el segundo, el finlandés Mikko Hirvonen, y con 29 sobre el tercero, el también francés Sebastien Ogier.