La UEFA decidió que CSKA Moscú juegue a puerta cerrada su próximo partido en competición europea, así como el cierre parcial del estadio en el que Apollon Limassol dispute su siguiente compromiso y también donde lo haga la selección sub 21 de Serbia, en los tres casos por incidentes racistas.

La Comisión de Control y Disciplina de la UEFA determinó sancionar al equipo ruso CSKA, dueño del pase del chileno Mark González (a préstamo en la Universidad Católica) por la actitud de sus aficionados en el partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones, jugado en el campo del Viktoria Plzen el 10 de diciembre, en el que mostraron símbolos racistas. El CSKA tendrá que pagar también una multa de 50.000 euros.

Además de esta sanción, la UEFA también castigó a la Federación de Serbia y al equipo Apollon Limassol, que tendrán que cerrar parcialmente los reductos en los que la selección serbia sub 21 y el equipo chipriota jueguen sus próximos encuentros europeos.