La igualdad 2-2 entre Atalanta y Fiorentina de Erick Pulgar quedó ensuciada por un nuevo episodio de racismo en el fútbol italiano. El compromiso estuvo detenido durante varios minutos ya que que el brasileño Dalbert, compañero del chileno en el cuadro viola, se quejó con el árbitro que estaba recibiendo cánticos racistas por parte de la hinchada.

El juez Daniele Orsato paró las acciones en los 31' y desde los altavoces del estadio se le recordó a los asistentes que estaban prohibidos los dichos racistas. La reacción de las gradas, según La Gazzetta dello Sport, fue de silbidos en el Estadio "Ennio Tardini".

Sobre el episodio, el presidente de la FIFA Gianni Infantino se pronunció en el programa 90° minuto de la cadena Rai.

"La situación no está mejorando en Italia y esto es grave. Necesitamos identificar a los autores de los cánticos racistas y echarlos de los estadios. Necesitamos, como en Inglaterra, la certeza del castigo. No debemos tener miedo de condenar a los racistas, debemos luchar contra ellos hasta el final", sostuvo.

El racismo se ha tomado el debate en el fútbol europeo. Hace una semana, un comentarista de televisión señaló sobre belga Romelu Lukaku que "sólo puedes pararlo si le das 10 plátanos para comer", mientras que en la Premier League hubo una reunión con Twitter para tratar la situación en las redes sociales.