La plusmarquista mundial de salto con garrocha (5,01), la rusa Yelena Isinbayeva, unió su destino con el mejor especialista de la historia, el ucraniano Sergey Bubka, que se convirtió en su nuevo representante.

 

"Isinbayeva firmó un nuevo contrato, por el que a partir de ahora se entrenará en el 'Club Bubka' de Donetsk (Ucrania)", anunció Valeri Kulichenko, entrenador nacional ruso de atletismo.

 

Bubka, que preside la comisión de atletas del Comité Olímpico Internacional (COI) que mantiene en su poder el récord mundial masculino con 6,14, es director de la firma de representación de deportistas con la que la garrochista rusa concretó su vínculo.

 

Ambos deportistas, dos clásicos productos de la escuela soviética, ya que comenzaron como gimnastas y acabaron triunfando en el atletismo, comparten una ambición sin límites.

 

Aunque, en alguna ocasión quebró esta regla de oro, como en Londres cuando superó la barrera de los cinco metros por temor a que otra se le adelantara, Isinbayeva ha prometido a los aficionados que irá centímetro a centímetro en su infatigable búsqueda del máximo registro, igual que Bubka.

 

Isinbáyeva no se conforma con 5,15 metros, sino con 5,20 ó 5,30, ya no digamos con superar los 35 récords del atleta ucraniano, seis veces campeón mundial y mejor garrochista de todos los tiempos.

 

"Dios la creó para volar más alto que nadie sobre el listón", señaló Bubka después que su bella compatriota superara los 5,01 el pasado agosto en el Mundial de Helsinki.

 

La rusa tomó la decisión de unirse a Bubka tras romper hace unos días los lazos con su eterno entrenador, Yevgueni Trofimov, que se hará cargo del equipo nacional de garrocha, agregó Kulichenko.

 

Isinbáyeva mantiene invariable su deseo de conseguir el oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, para cuando tendrá sólo 26 años, pero sin dejar de lado su sueño de crear una familia numerosa.

 

La atleta rusa se proclamó en Helsinki, por vez primera, campeona del mundo con sólo cinco saltos: 4,50; 4,60; 4,70 y dos intentos sobre 5,01.

 

Lejos quedan los 4,65 metros con los que obtuvo la medalla de bronce en el Mundial de París 2003 y los 4,86 metros que tenía como plusmarca al aire libre a mediados del año pasado.

 

Isinbáyeva, que cumplió 23 años el 3 de junio pasado, permanece imbatible desde París y no se divisa ninguna rival que pueda luchar contra ella. (EFE)