El argentino Román Iucht publicó una columna de opinión en el diario La Nacion de ese país titulada "Y si Bielsa es tan bueno, ¿por qué no dirige a Real Madrid?", en la cual resalta las virtudes del entrenador de Leeds United y su trabajo integral en la formación de equipos.

"Formar parte de un proyecto liderado por Marcelo Bielsa es sumarse a una verdadera cruzada. Ser parte de su plan de trabajo implica aceptar y asumir ciertas condiciones que transformarán a todos los engranajes que sean parte de la maquinaria", señaló el profesional.

Luego de dicha introducción, el columnista apunta a quienes "desde la crítica" se preguntan por qué el entrenador evita dirigir equipos cuya "historia y billetera destaca del resto, aludiendo a una falta de valentía, desconocen la personalidad de un hombre que en cada uno de su desafíos deportivos se vuelve un constructor".

"Bielsa necesita tener todo bajo control. Sus proyectos son integrales y sus equipos, 'de autor'. Da todo y a cambio exige lo mismo. Sin términos medios, sin matices. La intromisión dirigencial, el ego de grandes estrellas o la sensación de conformismo atentan contra el convencimiento. Para ganar hay que querer y para querer hay que convencer", advierte.

Para Iucht, Bielsa se entusiasmará con un ambiente en el cual haya respeto por su trabajo, y "jugadores en su mayoría jóvenes o sin grandes logros", como fueron Arturo Vidal, Mauricio Isla y Alexis Sánchez en la selección chilena.

"Futbolistas que cuando llegaron a las manos de Bielsa necesitaban un trampolín que les diera un valor agregado para poder dar el tan ansiado salto de calidad", así como también en ciudades donde el fútbol es tema cotidiano.

En esa línea, apuntó también a que "quienes caricaturizan a Bielsa exaltando hechos comunes solo logran rechazo" y que "el fanatismo poco ayuda al debate de ideas", por lo que ejemplificó con que nunca existirá una buena discusión sobre el DT si se pone sobre la mesa el Mundial del 2002, el que "ni el mismo Bielsa puede explicar quitando la pabra fracaso".

"Se pueden agregar derrotas y segundos puestos en cada lugar donde dirigió. Es más fácil ese reduccionismo que observar dónde estaban esos clubes antes de su aparición y cuánto potenció a sus jugadores en su tiempo de trabajo", advirtió.

"Tan humano como todos, con errores y virtudes, Bielsa encarna un fenómeno aspiracional. Solo dirige equipos de fútbol pero al mismo tiempo es capaz con sus actos, repetidos en el tiempo, de hacer y decir lo que a muchos nos gustaría, sabiéndonos incapaces de cumplirlo", continuó.

"Su falta de versatilidad y su previsibilidad en sus planteos de juego admiten cualquier discusión, finalmente se trata de fútbol. Su coherencia y respeto por la ética no van a debate. Esos valores son los que provocan que los fanáticos del Leeds ahora -y tantos otros antes- lo amen "mucho más de lo que alguna vez sabrá", concluyó el columnista.