04/02/2006

"Pisco Sour" levantó su mejor copa en la Regata Chiloé

El barco de Emilio Cousiño ganó el último track en la bahía de Puerto Montt tras luchar nerviosamente contra "Almacenero" y superar un pésimo comienzo para quedarse con el máximo título de las aguas nacionales.

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Por Esteban Catalán Muñoz, enviado especial a Puerto Montt

Hasta la última boya. Así se peleó la Regata Chiloé 2006, que más allá de las frases de buena crianza que se acostumbran en la vela, la aseguró "Pisco Sour" en la barloveto-sotavento de este sábado, que cerró la competición.

El día parecía deparar sorpresas en Puerto Montt. Por primera vez en la regata, una débil lluvia le quitó protagonismo al color de la flota y al velero de Emilio Cousiño, que en la primera boya dejaba escapar el campeonato al ubicarse en un incómodo séptimo lugar, entregando el título a "Almacenero", de Homero Novoa, que se arrancaba en la punta.

Pero como en las películas, salió el sol para "Pisco Sour": en el cielo y en el mar, porque promediando la segunda boya, se arrimó entre los tres primeros, y aseguró el segundo triunfo consecutivo para Cousiño y Bernardo Matte, que también capitanearon a "Volvo", el vencedor en 2004.

Cousiño estaba eufórico. "Hay que demostrar porque uno es el campeón. La idea fue salir por la victoria, y tuvimos tesón, sapiencia y sabiduría y unas ganas de ganar que no se quitan nunca", señaló el empresario, aún mojado tras el "piquero" que se dio tras llegar al muelle.

Rodrigo Zuazola: "Estuve muy atemorizado"

Las risas y el champañazo tras confirmar la victoria fueron el feliz cierre de una jornada de dientes apretados. El táctico del campeón, Rodrigo Zuazola, sindicado por propios y rivales como una de las claves de la victoria "pisquera", reconoció a Cooperativa.cl su inquietud tras los primeros minutos.

"Yo especialmente estuve muy atemorizado y nervioso en ese momento (la primera boya), porque después de una gran semana podíamos perder el campeonato por una mala decisión, pero todos empujaron y salimos adelante", señaló.

La barlovento-sotavento, que consistió en tres vueltas a dos boyas puestas en línea recta, fue para Pablo Amunátegui, el timonel del "Pisco Sour", la confirmación de que éste es un equipo de excepción.

"El balance no puede ser mejor. En el problema que tuvimos hoy (sábado) todos hicieron su trabajo perfecto. Pensábamos que se nos escapaba, pero la tripulación es de lujo", aseguró Amuntátegui, que sumó su sexto triunfo en la Isla Grande.

De "Almacenero" no apareció nadie. El chapuzón final y el grito de campeón con el sol abriéndose cerraron el último paseo de esta Regata Chiloé. Las velas se bajaron, como quejándose, esperando otra tarde para apuntar al cielo desde los canales australes. En 2008 tendrán su oportunidad.