Serena Williams, número dos del mundo, terminó de mala manera su periplo por el US Open, con una amenaza a una jueza de línea que terminó por penalizarla con un punto cuando estaba a uno de la derrota, que terminó por sellar su eliminación ante la belga Kim Clijsters, tras perder por 4-6 y 5-7.

"En todo el año no he cometido una falta de pie y de pronto en este torneo me la señalan. No es una excusa. Fue lo que fue y ya está", dijo Williams, que negó los incidentes.

"Nunca he estado en una pelea en toda mi vida, así que no sé por qué ella se sintió amenazada por mí", apuntó la vigente campeona, que no entendió lo sucedido después.

"No creo que la llamara el árbitro. Creo que ella se ofreció, fue allí y dijo algunas cosas. No lo sé. Yo no estaba allí. Me estaba preparando para el siguiente punto", apuntó la norteamericana.

"Yo no la amenacé y se lo dije. No recuerdo más, la verdad. Yo estaba centrada en el momento. Todo el mundo está luchando por cada punto. Fue un momento realmente crucial", añadió Williams que insistió en que no dijo lo que la jueza de línea advirtió.

"Creo que ella dijo que yo le había dicho que le iba a matar, y yo respondí ¿Qué? ¿Yo? Espera un minuto. Pero entonces me había oído mal. Nunca había dicho eso", subrayó.

"No me podía creer que me pudieran penalizar. No jugué bien y cometí más errores de los habituales y ya está. Pero no por eso", asumió la tenista estadounidense, que valoró el esfuerzo de su rival.

"Clijsters ha jugado realmente bien y creo que ella ha vuelto con un gran proyecto. Creo que la próxima vez que juguemos sabré un poco más de su juego", destacó la estadounidense, a la que no le sorprendió el nivel ofrecido por la belga.

"No ha sido una sorpresa para mí el juego de Clijsters porque la vi aquí y en Cincinnati y ha jugado increíble", concluyó Serena Williams.