El capitán de la selección argentina, Lionel Messi, destacó la presión que sintió en el agónico triunfo de su equipo frente a Nigeria en la definición del Grupo D en Rusia 2018. Además, se mostró aliviado por lograr la clasificación a octavos de final.

En su primera reflexión, tras el encuentro, Messi confesó que "estábamos muertos, la veíamos muy difícil, si bien sabíamos que lo ibamos a ganar, no esperábamos que se complicara tanto, con ese penal y tener que ir a busacarlo con la ansiedad y el nerviosismo, el tiempo en contra, fue increíble.

Además, destacó la presión que sintió su escuadra durante toda la primera fase: "sufrimos mucho desde que empezó el Mundial, pasando por el primer partido que no ganamos injustamente.

"Después el segundo, donde pecamos de inocentes dejando espacios y regalando dos goles que hicieron que se complicara más la clasificación. Hoy es un desahogo grande para nosotros y para la gente", agregó la "pulga".

Finalmente, comentó que este triunfo es una renovación para el equipo, ya que "aprovechamos la oportunidad que se nos brindó. Estábamos obligados a ganar, era una final como todas las vienen ahora. Desde hoy comienza un nuevo mundial para nosotros".