El ex jugador de fútbol profesional Franklin Lobos es el minero número 27 en abandonar el refugio del yacimiento San José, donde se encontraba atrapado desde el 5 de agosto, e incluso se dio tiempo para chutear una pelota apenas salió de la "Fénix 2".

Lobos ejercía las labores de conductor en la mina al momento del derrumbe, ingresando y sacando a sus compañeros en camioneta y llevaba trabajando tres meses en el lugar al momento del suceso.

Lobos, de 53 años, fue futbolista desde fines de la década de 1970 hasta mediados de los '90' militando en el extinto Regional Atacama, además de  Deportes Antofagasta, La Serena, Santiago Wanderers, Deportes Iquique, Unión La Calera y Cobresal.

Fue precisamente en el club de El Salvador donde compartió camarín con el ex goleador de la selección chilena, Iván Zamorano.

También tuvo un paso por el combinado nacional, junto al cual participó en las clasificaciones a los Juegos Olímpicos de Los Angeles, Estados Unidos, del año 1984, pero posteriormente no fue convocado a participar del evento.

Lobos era un hábil volante y dueño de los balones detenidos en todos los equipos en los cuales actuó y trabajaba como minero para sustentar los estudios de sus dos hijas, Carola y Claudia.

Al emerger a la superficie, el ex jugador habló con el Presidente Sebastián Piñera confesándole que se encontraba "muy agradecido".

Por su parte, el hermano del rescatado número 27, Abraham, aseguró que Franklin "no vuelve más a la mina. Ahora se va a dedicar a otra cosa, menos a las minas".